RELLENO CON ÁCIDO HIALURÓNICO MADRID

La función principal del ácido hialurónico en el mundo médico estético es la reposición de volúmenes, como por ejemplo eliminar arrugas del labio superior y arrugas peribucales, popularmente conocidas como código de barras.

El ácido hialurónico sirve para mejorar arrugas y líneas de expresión como la de los surcos nasogenianos, los pliegues peribucales, las comisuras labiales, las arrugas del labio superior (también conocido como código de barras), las arrugas del entrecejo y frente , y por último las patas de gallo.

La razón técnica de porqué el ácido hialurónico quita arrugas es porque facilita la movilidad entre las células, participa en el proceso de cicatrización de las heridas y porque protege y lubrica las articulaciones, al ser un componente del líquido sinovial. El ácido hialurónico actúa estimulado la producción de colágeno, multiplicando su efecto rejuvenecedor.

• Es un potente regenerador celular: El ácido hialurónico hace que regenere la epidermis de manera rápida y natural. Mejorando así el estado de la piel y protegiéndola de nuevo de los rayos del Sol.
• Excelente hidratador de la piel: Capta y mantiene el agua de las células para una más prolongada elasticidad de la piel.
• El mejor antiedad y antienvejecimiento: Renueva las células para frenar el envejecimiento.
• Reparador de tejidos: Muy útil para rejuvenecer la piel como para combatir enfermedades óseas.

Las personas idóneas para realizarse un tratamiento para arrugas con ácido hialurónico son personas a partir de 20 años que quieren mejorar su imagen. Especialmente mujeres con arrugas labio superior, chicos que quieren relleno del mentón, también masculinización o personas que deseen eliminar ojeras entre otros. También personas que desean eliminar arrugas en el surco nasogeniano.

A nuestro centro de medicina estética, vienen personas residentes en Tres Cantos, Madrid y la Zona Norte de Madrid a realizarse un relleno de arrugas con ácido hialurónico para mejorar su aspecto

El relleno de arrugas con ácido hialurónico se puede combinar con cualquier tipo de tratamiento facial, mejorando así los resultados de ambos tratamientos. En la actualidad en estética son bastantes personas las que deciden mejorar su aspecto también a través de los hilos tensores (PDO-Espiculados) que como tratamiento no requiere pasar por el quirófano ni por procedimientos anestésicos así como la toxina botulínica popularmente conocida como botox, indicada principalmente para las arrugas de expresión de la frente, entrecejo y patas de gallo.

Mediante la aplicación del ácido hialurónico conseguimos eliminar las arrugas de expresión superficiales y podremos aumentar volumen como ácido hialurónico en los labios. No olvidemos que el 60% de nuestro cuerpo es agua y la precisamos en prácticamente la mayoría de reacciones químicas y a su vez retenerla en lugares concretos, función que cumple el ácido hialurónico.

Son numerosos los beneficios de realizar un tratamiento con ácido hialurónico frente a otros más agresivos o necesarios de una intervención quirúrgica para conseguir rejuvenecer el rostro. Principalmente podrías enumerarlos:

• Proceso totalmente indoloro y sin intervención quirúrgica.
• Producto reabsorbible  de forma natural por nuestro cuerpo.
• No tiene efectos secundarios.
• Puede realizarse en cualquier época del año.
• Aplicación 100% segura.
• Resultados inmediatos.
• Imagen homogénea y fresca del rostro.
• Hidratación de labios y eliminación de arrugas peribucales.

El descubridor del ácido hialurónico fue el alemán Karl Meyer, que junto a su colega John Palmer, doctores de la Universidad de Columbia (Nueva York) lograron aislar en 1934 una sustancia desconocida hasta ese momento del ojo de las vacas. La sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, siendo una el ácido glucurónico.

El nombre de ácido hialurónico proviene de las palabras hialoide (vítreo) y ácido urónico. Fue la textura viscosa de la sustancia que ayudaba al ojo a conservar su forma la que despertó en Meyer la intuición de poderse aprovechar en algún empleo terapéutico.

Hasta 1942 no se produjo la primera aplicación con fines comerciales, llevada de la mano de Endre Balazs. Este científico húngaro utilizó la técnica de su descubridor para sintetizar la cresta de los gallos, una de las fuentes de ácido hialurónico más importantes hoy en día. Endre patentó el primer uso para productos de pastelería como sucedáneo de la clara de huevo. A lo largo de los años, Balazs se especializó en esta materia durante 50 años realizando numerosos descubrimientos sobre el ácido hialurónico y habiendo sido premiado en numerosas ocasiones.